
El Huang da cha o té amarillo estaba reservado en exclusividad para la familia imperial.
Su nombre se debe a su breve proceso de fermentación entre telas, que concluye con un golpe de calor que descompone la lo clorofila, dando como resultado una infusión casi dorada. Este proceso es, incluso hoy en día, todo un misterio, ya que ni siquiera esta permitido fotografiarlo.
Este té nos aporta una delicada frescura, con un toque de acidez y ligeras notas florales.